La perspectiva del tiempo cambia considerablemente conforme vamos avanzando en la vida y vamos cumpliendo años.
Recuerdo que cuando era adolescente y mis padres mencionaban la edad de alguno de los tíos o de amigos, lo veía francamente lejano y se me hacían muy grandes; no nos preocupaba el tiempo porque cuando uno es joven uno lo ve como un recurso infinito, de hecho prácticamente no se razona sobre ello. Cuando uno es adulto y ves en perspectiva todo el camino recorrido, nos empieza a correr prisa y hacemos consciencia de lo finito que es el recurso tiempo y que tarde o temprano se va a terminar.
Llega un punto en que podemos confirmar que estamos viviendo el segundo tiempo de la vida. Con la certidumbre natural de que sabemos que en cualquier momento se va a terminar, podemos confirmar que después de los 45 años estamos viviendo la segunda mitad de nuestra vida y vienen la pregunta ¿qué sigue?. Y pongo un poco de contexto. No hace mucho tiempo, digamos 25 años todavía, la idea de hacer una carrera en una empresa prevalecía, el objetivo era incluso jubilarse ahí y esperar una edad de retiro corta y al final morir entre los 60 y 65 años. Es decir la edad de acumulación o de trabajo podemos decir que era a partir de los 22 años y hasta los 65 años y prácticamente estar a unos años de nuestro desenlace en esta vida. Teníamos poco más de 40 años de acumulación y de trabajo intenso.
Hoy en un ambiente de trabajo abismalmente diferente; la era del conocimiento en su máximo apogeo; una trayectoria de 25 años en donde la humanidad ha tenido la mayor cantidad de cambios tecnológicos en toda su existencia y un futuro con una dinámica sin precedentes. Una nueva manera de hacer las cosas ha venido cambiando nuestro “modus vivendi” y nuestra manera de relacionarnos. Las redes sociales, la impresión en 3D, las comunicaciones, el transporte, la información, son solamente algunos aspectos que hace 25 años ni siquiera lo hubiéramos imaginado.
El trabajo no se queda atrás, los cambios en la robótica y en la automatización han resultado en cambios significativos en la manera de hacer las cosas y específicamente en el impacto directo en la cantidad de fuentes de empleo. Todos estos cambios han traído una dinámica de innovación y de creación de nuevas ideas sin precedentes. En este mismo contexto, la salud es un tema que no se ha quedado atrás y hoy las personas mueren más grandes con otros problemas de salud pública muy graves como lo son las enfermedades degenerativas pero sin embargo la expectativa de vida ha aumentado considerablemente.
Si nos vamos al ejemplo de acumulación que he mencionado, el día de hoy si estamos trabajando para una empresa nuestra edad de acumulación ha disminuido, es decir podemos comenzar a los 22 años y podría terminar a los 45 años (23 años de acumulación) cuando las empresas difícilmente te contratan (es un grave error que sustentaré en otro artículo); en este sentido si a los 45 años ya no te contratan podrías vivir todavía 35 a 40 años más. Y entonces la pregunta ¿qué sigue?, bien valdría la pena ponerle comillas y escribirla en mayúsculas!.
Pensar en el “segundo tiempo” de nuestra vida no es un asunto menor y más vale hacerlo lo más temprano posible. Si eres empresario te podrían faltar muchas cosas por planear, seguramente hay muchos aspectos que debes de aterrizar y tenerlos bien claros para que disfrutes y protejas más tu edad de retiro. Si eres un ejecutivo piensa que algún día podrías dejar de serlo y mientras más preparado estés para lo que sigue, mucho mejor; lo mismo ocurre si hoy eres un profesionista independiente y no has planeado nada. Y a ¿qué temas me refiero?, pueden ser muchos, Planear un negocio, introducir un producto nuevo a tu negocio, proteger tu patrimonio, planear tu retiro, trabajar sobre finanzas personales e inteligencia financiera, trabajar sobre tu marca personal, seguros, documentos, cuentas, testamento, plan de vida y de carrera, etc. ¿te das cuantas cosas hay que poner en orden?, si estás viviendo el segundo tiempo de tu vida, aún te puede faltar mucho tiempo por vivir. Hay que resetearnos, reaprender y sobretodo tener mucha actitud!. ¡Falta mucho por hacer!.
Mauricio Gallardo